Durante el TAC, usted se tumba en una mesa estrecha que se desliza por la abertura del gantry. Puede tumbarse boca arriba, de lado o boca abajo, según la zona que se vaya a explorar. La camilla puede elevarse o bajarse. Las correas y almohadas pueden ayudarle a mantener la posición. Durante un TAC de la cabeza, la mesa puede estar equipada con un soporte especial que mantiene la cabeza inmóvil. Los TAC son indoloros. Si su examen implica el uso de un medio de contraste intravenoso, puede sentir una breve sensación de calor o experimentar un sabor metálico en la boca. Si recibe el medio de contraste a través de un enema -para ayudar a resaltar la región gastrointestinal inferior- puede tener sensación de saciedad o calambres. Después del examen, puede volver a su rutina normal. Si le han administrado un medio de contraste, su médico, una enfermera o el técnico de TC que realiza la exploración pueden darle instrucciones especiales. Es posible que le pidan que espere un breve tiempo en el departamento de radiología para asegurarse de que se siente bien después del examen. Después de la exploración, es probable que le digan que beba mucho líquido para ayudar a los riñones a eliminar el medio del organismo.